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El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió el viernes que Washington podría abandonar sus intentos de mediar entre Rusia y Ucrania si no se vislumbran avances concretos hacia un acuerdo de paz en los próximos días.
«Si la paz es posible, estamos dentro. Si no, tenemos otras prioridades», afirmó Rubio antes de partir de París, tras mantener una reunión con la delegación ucraniana.
Rubio subrayó que Estados Unidos ha brindado apoyo a Ucrania durante los últimos tres años y desea poner fin al conflicto, pero indicó que la paciencia tiene un límite: “Estamos ahora en un punto en el que debemos decidir si esto es viable o no”.
Los comentarios de Rubio ponen de relieve la creciente frustración en la Casa Blanca por la falta de avances en el conflicto de Ucrania. Durante su campaña electoral, Trump se comprometió a poner fin a la guerra en sus primeras 24 horas en la Casa Blanca.
Las declaraciones de Rubio se produjeron tras un encuentro de alto nivel celebrado el jueves 17 de abril en París, donde delegaciones de Estados Unidos y Ucrania analizaron posibles vías para poner fin a la guerra. El encuentro contó con la participación del equipo del presidente estadounidense Donald Trump, que, según se anunció, está decidido a trabajar activamente por un cese de hostilidades.
El enviado estadounidense Keith Kellogg calificó las conversaciones en el Palacio del Elíseo como «muy productivas». También estuvieron presentes el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y representantes de Francia, Reino Unido y Alemania. Por el lado ucraniano, participaron el ministro de Defensa, Rustem Umerov, y el jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak.
Desde el gobierno francés, las reuniones fueron vistas como un paso positivo. Un asesor del presidente Emmanuel Macron declaró que se notó una “convergencia real” en los objetivos entre Europa y el equipo de Trump para lograr un alto el fuego.
Sin embargo, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky expresó críticas hacia Steve Witkoff, acusándolo de adoptar una postura alineada con la narrativa rusa.
Según trascendidos, tras reunirse con Vladimir Putin en San Petersburgo el 11 de abril, Witkoff planteó a Trump que la vía más rápida hacia la paz sería reconocer el control ruso sobre cinco regiones ucranianas ocupadas. Esta posición ha generado preocupación en Kiev.
Mientras tanto, Rusia ha reaccionado a una propuesta de tregua incondicional sin rechazarla del todo, pero planteando sus propias condiciones. Los combates continúan y los recientes bombardeos rusos en ciudades como Krivói Rog y Sumy han causado la muerte de decenas de civiles.
En paralelo, la llamada «coalición de los dispuestos» —integrada por unos 30 países, entre ellos Francia, Reino Unido, Canadá y Australia— discute garantías de seguridad para Ucrania en caso de alcanzarse un alto el fuego. Estados Unidos, sin embargo, no forma parte de esta coalición. Algunos miembros han expresado disposición a enviar tropas de paz, mientras otros prefieren brindar apoyo logístico o diplomático.
Con información de RFE/RL