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China ha anunciado el viernes un aumento de los aranceles de importación de productos estadounidenses al 125%. Esto ocurrió después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentara los aranceles sobre los productos chinos del 104% al 125%. Teniendo en cuenta el «arancel básico», el tipo arancelario final sobre los productos chinos fue del 145%.
“En las guerras arancelarias y comerciales no hay ganadores. China no quiere una guerra comercial, pero tampoco le teme”, declaró el viernes Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Trump explicó, al incrementar los aranceles, que su decisión es por «la falta de respeto que China muestra hacia los mercados mundiales». «En algún momento, ojalá en un futuro cercano, China se dará cuenta de que estafar a Estados Unidos y a otros países ya no es aceptable», escribió Trump en su red social Truth Social.
China ha recurrido a la Organización Mundial del Comercio. El comunicado chino afirma que la decisión de Estados Unidos de imponer los llamados aranceles de represalia contra Beijing amenaza con desestabilizar aún más el comercio mundial y perjudicaría al propio Estados Unidos: «La situación se ha agravado peligrosamente. <…> Como uno de los miembros afectados, China expresa su seria preocupación y se opone firmemente a esta medida imprudente». China también dijo que los aranceles violan las reglas de la organización y socavan el sistema de comercio multilateral.
El presidente chino, Xi Jinping, pidió anteriormente a la Unión Europea que adopte medidas conjuntas ante las políticas proteccionistas de Estados Unidos. Durante una visita a Pekín del primer ministro español, Pedro Sánchez, Xi dijo que China y la UE deberían presentar un frente unido contra Estados Unidos para «proteger no sólo sus derechos e intereses legítimos», sino también «la justicia internacional». Sánchez pidió un «enfoque más equilibrado» en las relaciones entre la UE y China.
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