El secretario de Estado Marco Rubio| Foto cortesía Departamento de Estado
Estados Unidos condenó el asesinato de personas en el oeste de Siria por parte de lo que describió como «terroristas islámicos radicales» y pidió al gobierno de transición que «obligue a rendir cuentas a quienes cometieron masacres contra las minorías».
«Estados Unidos condena a los terroristas islámicos extremistas, incluidos los yihadistas extranjeros, que han asesinado a personas en el oeste de Siria en los últimos días», dijo el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en un comunicado el domingo.
El jueves estalló la violencia tras días de tensiones en la región de Latakia, la primera de esta intensidad desde que una alianza de facciones armadas lideradas por Hayat Tahrir al-Sham, clasificada como organización terrorista en Estados Unidos y otros países, tomó el poder el 8 de diciembre.
La provincia de Latakia es la cuna de la familia del expresidente derrocado Bashar al-Assad y la mayoría de los residentes de la provincia son alauitas.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que Estados Unidos «apoya a las minorías religiosas y étnicas en Siria, incluidas las comunidades cristiana, drusa, alauita y kurda, y ofrece sus condolencias a las víctimas y sus familias».
«Las autoridades provisionales de Siria deben exigir responsabilidades a los autores de estas masacres contra las comunidades minoritarias en Siria», añadió.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Una organización que monitorea la situación, calificó lo ocurrido en la costa siria como un «genocidio sistemático» contra los alauitas, a la luz de haber documentado el asesinato de más de 500 civiles a manos de «las fuerzas de seguridad y sus grupos afiliados».
El director del observatorio, con sede en Londres, Rami Abdel Rahman, dijo en una declaración al sitio web Alhurra que la región costera fue testigo de «29 masacres durante las cuales fueron asesinados 568 civiles alauitas, incluidos mujeres y niños».
Abdul Rahman añadió: «En algunas zonas, los civiles fueron masacrados, mientras que otros fueron ejecutados mediante disparos».
Este domingo, el Ministerio de Defensa sirio anunció el inicio de la implementación de la «segunda fase» de la operación militar, que según dijo tiene como objetivo perseguir «a los remanentes y oficiales del régimen extinto», refiriéndose a aquellos leales al régimen del ex presidente Bashar al-Assad, en el campo y las montañas de las ciudades de la costa siria.
El jefe de la fase de transición en Siria, Ahmed al-Sharaa, afirmó el domingo que los acontecimientos que tienen lugar actualmente en el país, específicamente en la región costera, son «desafíos esperados», subrayando la «necesidad de preservar la paz civil y la unidad nacional».
En un breve discurso después de la oración del alba en una de las mezquitas de la capital, Damasco, Al-Sharaa dijo: “Lo que está sucediendo son los desafíos esperados… Tengan la seguridad de que el país tiene los elementos para sobrevivir”.
Alhurra