Una protesta en la capital en rechazo a la ley de agentes extranjeros
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, vetó el llamado proyecto de ley sobre agentes extranjeros dirigido a los medios y las ONG financiadas por gobiernos extranjeros, tras semanas de protestas masivas de georgianos que ven el proyecto de ley como un peligro para el camino del país hacia la integración en la Unión Europea.
La ley exigiría que los medios y las ONG se registren como “que persiguen los intereses de una potencia extranjera” si reciben más del 20 por ciento de su financiación del extranjero.
Zurabishvili dijo a principios de semana que consideraba la ley “inaceptable”.
Zurabishvili, que se ha enfrentado cada vez más con Sueño Georgiano desde que el partido apoyó su candidatura en 2018, expresó anteriormente su intención de vetar el proyecto de ley, que fue aprobado por el parlamento el 14 de mayo.
Ha calificado la Ley sobre Transparencia de la Influencia Extranjera como un intento impopular de desviar a Georgia de su camino hacia la UE y «aplastar a la sociedad civil».
La ley, que exige que los medios de comunicación, ONG y otras organizaciones sin fines de lucro se registren como «que persiguen los intereses de una potencia extranjera» si más del 20 por ciento de su financiación proviene del extranjero, ha sido condenada por Estados Unidos, la Unión Europea y organismos de control de derechos humanos y provocó semanas de protestas que fueron reprimidas violentamente en repetidas ocasiones por las autoridades.
Los opositores han señalado la similitud con la legislación utilizada por el presidente Vladimir Putin para aplastar la disidencia en Rusia y sofocar las instituciones independientes, lo que llevó a los georgianos a referirse a la medida como «la ley rusa».
Zurabishvili utilizó esa descripción en una sesión informativa después de anunciar su veto.
«Esta ley es una ley rusa en esencia y espíritu, que contradice nuestra Constitución y todas las normas europeas. Por lo tanto, representa un obstáculo en nuestro camino europeo», dijo. «Este veto es completamente legal y será entregado hoy al parlamento», dijo la presidenta.
Sin embargo, la mayoría parlamentaria de Sueño Georgiano le permitirá anular fácilmente el veto presidencial.
El 14 de mayo, el parlamento georgiano aprobó en tercera y última lectura el proyecto de ley “Sobre la influencia extranjera”. 84 diputados votaron “a favor” del proyecto de ley, 30 parlamentarios votaron “en contra” y otros 58 se abstuvieron.
En el centro de Tbilisi, las protestas masivas contra la ley no cesan desde hace varias semanas. Las fuerzas de seguridad detuvieron a más de 20 manifestantes.
Con información de RFE/RL