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Los cinco refugiados solicitan a los gobiernos de Argentina y Brasil que redoblen las gestiones diplomáticas para garantizar su salida segura y urgente del país.
Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero, Omar González y Humberto Villalobos cumplieron este miércoles 400 días refugiados en la residencia oficial de la Embajada de Argentina en Caracas.
Los cinco, colaboradores cercanos a la líder opositora María Corina Machado, se encuentran bajo protección diplomática desde hace más de un año, a la espera de salvoconductos que les permitan salir del país. En una carta difundida este 24 de abril, los asilados —actualmente bajo representación diplomática de Brasil— denuncian las condiciones extremas que enfrentan: cinco meses sin electricidad ni agua potable y un constante asedio por parte de las autoridades venezolanas.
Desde el año pasado, todos los accesos a la sede diplomática se encuentran custodiados por agentes de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano. El gobierno del presidente Javier Milei ha denunciado públicamente actos de hostigamiento contra la embajada, mientras que los asilados han manifestado temor ante la posibilidad de una incursión no autorizada en el recinto.
“Desde hace cinco meses no contamos con electricidad directa ya que los fusibles fueron sustraídos, y desde hace cinco meses no fluye el agua en las tuberías de la residencia porque simplemente no llega”, advierten en el documento. Relatan también atropellos físicos, mentales y emocionales que agravan su ya crítica situación humanitaria.
«Hoy, frente a los ojos del mundo, se tortura y se transgreden derechos humanos en una embajada, convertida en cárcel», denuncian los opositores.
Los asilados hacen un llamado urgente a los países firmantes de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, alertando sobre el incumplimiento sistemático de estos acuerdos por parte del gobierno venezolano. Advierten que lo que ocurre en Caracas sienta un precedente alarmante para la región y pone en riesgo la integridad del derecho internacional y de los derechos humanos.
La situación se agravó tras los comicios presidenciales del 28 de julio, en los que el gobierno argentino cuestionó la legitimidad del resultado. Como represalia, Caracas rompió relaciones diplomáticas con Buenos Aires, por lo que Brasil asumió la representación de los intereses argentinos en la capital venezolana.
Los cinco refugiados solicitan a los gobiernos de Javier Milei de Argentina y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil que redoblen las gestiones diplomáticas para garantizar su salida segura y urgente del país. También piden a la comunidad internacional que actúe con firmeza ante lo que califican como actos de barbarie dentro de una sede diplomática.
«Ningún país debe permitir que se utilicen sus recintos diplomáticos para estos actos de barbarie», dice la carta emitida por los cinco refugiados.
“Es el momento de hacer valer los compromisos adquiridos por la comunidad internacional al suscribir estos acuerdos elementales para las buenas relaciones entre naciones”, concluye la carta.
América24Horas