Decenas de miles de personas marchan por las calles durante las protestas en Minsk, Bielorrusia, el domingo 23 de agosto de 2020. © AP / Dmitri Lovetsky
Al menos 33 personas, entre ellas cinco mujeres, han sido sometidas a tratamiento psiquiátrico forzoso en Bielorrusia desde 2020 debido a su desacuerdo con el régimen, según un llamamiento urgente emitido por expertos de la ONU en derechos humanos.
De ese grupo, ocho personas ya han sido liberadas, mientras que al menos otras 25 permanecen incomunicadas, y su situación actual es desconocida.
Los expertos piden al gobierno bielorruso que garantice inmediatamente el acceso de estas personas a un abogado de su elección, así como recursos jurídicos efectivos para impugnar su detención. Además, advierten que el tratamiento forzoso en instituciones psiquiátricas puede constituir una forma de trato inhumano o degradante, y señalaron que se han utilizado medicamentos y descargas eléctricas para afectar las capacidades mentales de los detenidos.
“El proceso que conduce a un traslado para tratamiento psiquiátrico obligatorio carece de transparencia y plantea serias dudas sobre si dichos traslados están motivados por consideraciones médicas o políticas”, afirmaron los expertos. Señalaron que los juicios que culminaron en traslados a hospitales psiquiátricos supuestamente se llevaron a cabo a puerta cerrada.
Esta denuncia se produce en el contexto de la represión que siguió a las elecciones presidenciales de 2020, ampliamente cuestionadas por la comunidad internacional. Las protestas masivas contra el gobierno de Alexander Lukashenko fueron respondidas con violencia, encarcelamientos y persecución sistemática. Según el centro de derechos humanos Viasna, al menos 3.277 personas han sido condenadas por participar en manifestaciones desde ese año.
La ONU ha instado a Bielorrusia a poner fin a estas prácticas y a respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos, especialmente la libertad de pensamiento, expresión y protesta pacífica.