Tesla en crisis: Musk reducirá su rol en el gobierno de Trump tras desplome de ganancias

Elon Musk en La Casa Blanca| Cortesía


Elon Musk ha comenzado a pagar el precio de su creciente implicación en la política estadounidense. Tesla, la empresa insignia de vehículos eléctricos que alguna vez lideró la revolución verde, reportó una caída del 71% en sus ganancias durante el primer trimestre de 2025, una cifra alarmante que ha sacudido a inversionistas y analistas por igual.

Acorralado por la presión financiera, Musk anunció esta semana que reducirá su participación en el controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa de la administración Trump que él mismo lidera. Musk planea dedicar “solo uno o dos días a la semana” a sus funciones en el gobierno. Pero la medida parece llegar tarde.

La cercanía de Musk al presidente Donald Trump y su rol en DOGE han generado un fuerte rechazo público y un daño reputacional profundo para Tesla. Las políticas impulsadas por DOGE —como los recortes masivos a programas federales de educación, salud y cooperación internacional— han despertado protestas en todo el país y han desatado boicots internacionales, particularmente en China y Europa, dos de los mercados más importantes de Tesla.

Musk ha intentado justificar su involucramiento político afirmando que DOGE ha ahorrado “miles de millones de dólares” al gobierno federal al cancelar contratos considerados “ineficientes”. Sin embargo, una investigación reciente de NPR reveló que muchas de esas afirmaciones son infundadas o directamente falsas. Varias cifras citadas por DOGE no coinciden con registros oficiales, lo que pone en duda no solo la veracidad de los supuestos ahorros, sino también la integridad de toda la iniciativa.

El colapso en las ganancias de Tesla no puede entenderse solo desde lo financiero. Es una consecuencia directa de decisiones políticas erráticas y de una falta de enfoque estratégico por parte de Musk. En lugar de invertir su tiempo en resolver los problemas de producción, calidad y competitividad que enfrenta su empresa, Musk ha optado por jugar un rol de funcionario público sin rendición de cuentas clara.

¿Puede Tesla recuperarse? Posiblemente, pero solo si su CEO asume plena responsabilidad de los errores cometidos y retoma el camino de la innovación. La mezcla de intereses corporativos y ambiciones ideológicas ha demostrado ser una receta peligrosa. Musk deberá elegir: ser empresario o político. Pero no puede ser ambos sin arrastrar a Tesla a una crisis aún mayor.

miércoles abril 23, 2025