Los cuerpos de los asesinados en el ataque ruso en Sumy, cortesía
La comunidad internacional expresó su condena tras el brutal ataque ruso con misiles balístico contra la ciudad ucraniana de Sumy, ocurrido este Domingo de Ramos. Al menos 34 personas murieron, entre ellas dos niños, y otras 117 resultaron heridas en el bombardeo, que impactó zonas residenciales y vías públicas en un día sagrado para millones de cristianos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, exigió una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional. “Sin presión sobre el agresor, la paz es imposible. Las conversaciones nunca han detenido las bombas balísticas y aéreas. Necesitamos el tipo de actitud hacia Rusia que un terrorista merece. Gracias a todos los que están con Ucrania y nos ayudan a proteger vidas”, afirmó.
“Se trató de atentados intencionados contra civiles durante un importante día festivo religioso. Hubo heridos en plena calle, en coches, en el transporte público y en las casas”, denunció también el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue tajante al condenar el ataque: “Rusia sigue siendo un agresor y viola gravemente el derecho internacional”. Agregó que “esta mañana, la brutalidad rusa atacó de nuevo, matando a hombres, mujeres y niños en la ciudad de Sumy. Un ataque bárbaro que se volvió aún más atroz cuando la gente se reunió pacíficamente para celebrar el Domingo de Ramos”.
En una publicación en X, el presidente francés Emmanuel Macron pidió medidas duras para obligar a Rusia a cesar el fuego. “Moscú continúa librando la guerra a pesar de los esfuerzos diplomáticos del presidente Trump”, señaló.
Desde la Unión Europea, la jefa diplomática Kaja Kallas calificó el ataque como “un ejemplo horrible de escalada” y subrayó que se produjo mientras Ucrania había accedido a un alto el fuego incondicional.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también se sumó a la condena, describiendo el bombardeo como “horrible” y “un duro recordatorio del continuo derramamiento de sangre provocado por Rusia”.
Por su parte, el enviado presidencial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, aseguró que el ataque violó los límites de la dignidad: “Decenas de civiles murieron y resultaron heridos. Como exmilitar, entiendo lo que significa atacar, y esto estuvo mal. Por eso, el presidente Trump está haciendo todo lo posible para poner fin a esta guerra”, afirmó.
El presidente español, Pedro Sánchez, dijo en su cuenta de X que «Putin ha vuelto a matar civiles inocentes. Esta vez, en la ciudad de Sumi. Su crueldad nos indigna. Nos entristece. Pero también nos une».
«España y la Unión Europea no dejarán de apoyar a Ucrania hasta que obtenga la paz justa y duradera que tanto merece», añadió Sánchez.
La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, también se pronunció con firmeza: “El Domingo de Ramos es un día de paz. Esta mañana, mientras la gente se reunía para orar, Rusia bombardeó Sumy, matando e hiriendo a civiles. Moldavia se une al duelo de Ucrania y exige mayor defensa aérea para salvar vidas. El agresor debe rendir cuentas. No hay justificación para semejante maldad”, escribió en X.
El ataque sobre Sumy marca un nuevo punto de inflexión en la guerra y evidencia que, pese a los llamados a la paz, el Kremlin continúa intensificando su ofensiva contra la población civil ucraniana.
El ejército ruso ataca de forma periódica diversas regiones de Ucrania utilizando distintos tipos de armamento, como drones kamikaze, misiles, bombas aéreas guiadas (KAB) y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS).
Aunque los líderes del Kremlin niegan que sus fuerzas estén realizando ataques deliberados contra infraestructura civil, los hechos sobre el terreno muestran lo contrario. Hospitales, escuelas, jardines de infancia y sistemas esenciales de energía y agua han sido repetidamente alcanzados.
Tanto las autoridades ucranianas como múltiples organizaciones internacionales consideran estos ataques como crímenes de guerra cometidos por la Federación Rusa, y destacan que los objetivos han sido seleccionados de manera intencionada para sembrar el terror entre la población civil.
América 24Horas, con informes de RFE/RL y Current Time