OMS -Varias personas se reúnen ante los restos del hospital Al Shifa, el mayor centro sanitario de Gaza que fue destruido por Israel en 2024. Archivo ONU
Un nuevo ataque aéreo israelí ha destruido el hospital Al-Ahli Arab en la ciudad de Gaza, una de las últimas instalaciones médicas aún en funcionamiento en el norte del enclave palestino. El bombardeo ocurrió después de que el ejército israelí emitiera una advertencia para evacuar el centro, obligando a pacientes y personal a abandonar el lugar en condiciones desesperadas.
Entre las víctimas se encuentra una niña palestina que murió durante la evacuación, al no poder recibir atención médica urgente, informó la agencia AP. Testigos afirman que muchas personas fueron obligadas a dejar el hospital sin saber a dónde ir, en medio de una ciudad en ruinas y sin refugios seguros.
El Ejército israelí declaró que el hospital era utilizado por Hamas como centro de mando y control, justificación que ha sido rechazada por el propio movimiento islamista, que exige una investigación internacional independiente. El hospital era administrado por la Diócesis Anglicana de Jerusalén y llevaba semanas recibiendo heridos y desplazados tras los incesantes bombardeos.
La comunidad internacional ha reaccionado con indignación. El secretario de Exteriores británico, David Lammy, se pronunció en su cuenta en X y calificó el ataque como «deplorable» y llamó a detener los bombardeos contra civiles e infraestructuras médicas.
La Organización Mundial de la Salud también condenó el hecho y advirtió que el colapso del sistema sanitario en Gaza es inminente.
“Los hospitales están protegidos por el derecho internacional humanitario. Los ataques contra instalaciones sanitarias deben cesar. Repetimos una vez más: los pacientes, el personal de salud y los hospitales deben ser protegidos. El bloqueo de ayuda debe ser levantado. Alto el fuego”, declaró el secretario general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus,tras recibir el informe del director del hospital sobre el bombardeo israelí.
La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas lanzó un ataque sorpresa contra Israel que dejó 1.200 personas muertas —en su mayoría civiles— y capturó a unas 250 personas como rehenes. Muchas de ellas fueron liberadas posteriormente en intercambios durante breves treguas humanitarias.
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, más de 50.000 palestinos han muerto, según datos de fuentes médicas locales. Mientras tanto, el gobierno israelí continúa con sus operaciones militares en una guerra que ya ha devastado gran parte del enclave costero, sin un horizonte claro para la paz.
Con información de NPR, Radio Svoboda, AP y Reuters