La tumba de un soldado ruso en Ucrania
La profanación de monumentos y tumbas de soldados en Rusia comenzó en los primeros meses de la guerra.
Rusia enfrenta una ola de vandalismo contra las tumbas de sus soldados caídos en la invasión a Ucrania. Según un informe de Current Time, desde el inicio de la guerra ya se registraron al menos 55 casos en distintas regiones del país.
Entre los ataques documentados, se encuentran pintadas de esvásticas, excrementos lanzados sobre las tumbas, coronas rotas, banderas robadas e incluso incendios intencionales. El fenómeno pone en evidencia el creciente malestar interno en sectores de la sociedad rusa frente al conflicto que el Kremlin insiste en prolongar.
Uno de los primeros casos ocurrió en Crimea: una mujer de 61 años arrojó sangre y heces sobre la tumba de un militar ruso. Según declaró, lo hizo “por compasión hacia el pueblo ucraniano”. Fue condenada a dos años de prisión, aunque ya está en libertad.
Durante 2023, los actos de vandalismo aumentaron. Se registraron al menos 21 casos. En Jabarovsk, el activista Angel Nikolaev fue condenado a 15 años de cárcel tras prender fuego una oficina de reclutamiento y colocar símbolos nazis en cementerios militares.

Angel Nikolaev
Pese a la represión, en muchos casos los responsables no fueron identificados. Las autoridades rusas iniciaron investigaciones, aunque la prensa oficial evita hablar del fenómeno, que refleja el descontento social y el desgaste interno por la guerra en Ucrania.
En 2025 ya se produjeron cinco casos de profanación de tumbas de participantes en la invasión de Ucrania.
Uno de los actos más notorios ocurrió la noche del 31 de marzo, cuando desconocidos prendieron fuego a las tumbas del corresponsal de guerra del diario Izvestia, Alexander Fedorchak, y de tres soldados rusos muertos en la guerra: Yevgeny Galaguz, Vitaly Lukashov y Sergei Glavaty. Sus nombres fueron revelados por Ivan Manucharov, parlamentario ruso de la Crimea anexada, según informó el medio Krym.Realii.Fedorchak murió el 24 marzo.

Foto:RusNews
Se abrieron dos causas penales a la vez: una por los artículos sobre profanación de los cadáveres y sus lugares de enterramiento y otra por daños a un cementerio militar. Los sospechosos aún no han sido detenidos.
En Kaliningrado, un residente de la ciudad de Gvardeysk, cerca del Monumento a la Victoria y la Memoria, colocó flores artificiales en dos tumbas de participantes en una operación militar especial (término usado por los funcionarios rusos para referirse a la guerra en Ucrania) y les prendió fuego. Se abrió una causa contra él. El informe del Comité de Investigación no dice por qué hizo esto . En Chita, un hombre sin hogar de 32 años prendió fuego a la tumba de un soldado para entrar en calor. Fue detenido.
Castigos por profanación de tumbas en Rusia
Hay dos artículos en el Código Penal ruso que prevén castigos por la profanación de tumbas. Artículo 243.4 del Código Penal – destrucción o daños a fosas militares y artículo 244 del Código Penal – profanación de los cuerpos de los fallecidos y sus lugares de enterramiento.
Desde 2020 hasta la segunda mitad de 2024 (aún no se han publicado datos posteriores), 162 personas fueron condenadas en virtud de ambos artículos en Rusia, pero esto no significa que todos estos casos estuvieran relacionados con daños a las tumbas de los participantes de la guerra. Como lo mostraron los cálculos de Sever.Realii, en menos de la mitad de los casos se abrieron causas penales. Los informes sobre los demás incidentes sólo decían que se había iniciado una investigación.
Sin embargo, en virtud del primer artículo, es decir el que se refiere a los entierros militares, el número de condenas aumenta. Según las estadísticas del Departamento Judicial del Tribunal Supremo de Rusia, en 2020 no fue condenada ninguna persona, en 2021 fueron cuatro y durante el primer año de la guerra fueron once. En 2023 fueron condenadas 12 personas y en el primer semestre de 2024, cuatro personas.
Las sanciones previstas en este artículo incluyen multas, trabajos forzados y obligatorios y penas de prisión de hasta cinco años. Pero las penas de prisión reales son raras: desde 2020, seis personas han sido condenadas a prisión, cuatro de ellas en 2022.
En relación con el segundo artículo, sobre la profanación de lugares de enterramiento, las condenas han mostrado un incremento constante en los últimos años. En 2020, se registraron 29 condenas, en 2021 fueron 25, en 2022 se alcanzaron 33, en 2023 se produjeron 22 y, en el primer semestre de 2024, otras 22. Esto sugiere que las estadísticas de condenas para todo el año 2024 podrían superar los niveles anteriores, estableciendo un récord. De las personas condenadas, 18 fueron sentenciadas a penas de prisión efectivas. Sin embargo, las sanciones previstas por este delito varían significativamente. Según la legislación, las penas de prisión de hasta cinco años se aplican en casos específicos: cuando el crimen es cometido por un grupo de personas, está motivado por odio político o implica el uso de violencia. En situaciones menos graves, las condenas suelen consistir en multas, servicio comunitario o arresto.